Todos los animales catalogados para "consumo humano" pasan una vida de sufrimiento.
MERCY FOR ANIMALS
Probablemente alguna vez has visto videos en YouTube o Facebook de personas que se graban comiendo “platillos exóticos” con animales marinos vivos como cangrejos, pulpos, calamares y camarones que incluso aún se mueven.
En los videos, se ve comúnmente a estas personas sentadas frente a un gran plato donde el animal yace retorciéndose en algún tipo de salsa, para unos segundos después ser masticado vivo.
Es interesante notar que la reacción de las personas, en particular aquellas originarias de occidente, es predominantemente de rechazo, tristeza y enojo ante tal situación.
Algunos resaltan la crueldad de no matar al animal antes de comerlo o el dolor que deben sentir al quemarlo en la salsa. Aunque es importante destacar que la mayoría de las personas que se oponen a esto comen carne o algún otro derivado de la explotación de los animales.
Sin embargo, quizás imaginan que los demás animales explotados como alimento tienen una vida larga y cómoda, que habitan en amplios pastizales y que son felices hasta que llega el momento de su "rápida e indolora muerte" (aunque esto es lo que la publicidad quiere hacernos creer, pero la realidad dista increíblemente de ello).
Tomemos como ejemplo a los cerdos, quienes desde el momento en el que nacen, comienzan a sufrir, hacinados en condiciones totalmente insalubres.
A los pocos días de nacer, incluso a unas cuantas horas, les cortan los testículos, cola y dientes sin recibir ningún tipo de anestesia ni nada para aliviar su dolor.
Los animales son arrojados de un lado al otro como si fueran objetos, y aquellos que enferman por la suciedad del lugar o los que no crecen lo suficiente, son estrellados contra el concreto hasta que mueren y luego son arrojados a la basura.
Los que logran sobrevivir, son enviados al matadero antes de los seis meses de edad. ¡Así es!, los cerdos que la gente come son bebés.
Una nueva investigación encubierta realizada por Mercy For Animals en México reveló la terrible crueldad que ocurre al transportar a los animales a los mataderos.
Finalmente, los métodos usados para matar a estos indefensos seres van desde asfixiarlos en cámaras de CO2, degollarlos, asesinarlos a disparos con pistolas de pernos, apuñalarlos, escaldarlos vivos o desangrarlos, muchas veces cuando son plenamente conscientes.
La situación no es mejor para el resto de los animales comúnmente explotados como alimento, y el objetivo no es determinar cuál animal sufre más o qué destino es peor, la realidad es que ninguno de ellos merece ser comido, y el sufrimiento que padecen es innecesario y completamente prevenible.
Al adoptar una alimentación a base de plantas puedes pronunciarte en contra de la crueldad que sufren todos los animales explotados como alimento y ayudar a reformar el sistema de alimentación.
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